Una cesárea es una intervención quirúrgica donde se realiza una incisión abdominal y uterina para la extracción del bebé. Tras esta intervención se aconsejan una serie de medidas para su óptima recuperación.
Hasta las 6-8 semanas después de la cesárea sería recomendable seguir unos sencillos consejos para reducir el dolor y evitar complicaciones.
La herida quirúrgica daña la musculatura abdominal presentando un déficit de tono y fuerza y la “mala praxis” puede alterar la vuelta a la normalidad de los tejidos (cicatriz y musculatura abdominal). Además el proceso de cicatrización puede ser distinto en cada paciente y en algunos casos el tejido se retrae excesivamente al cicatrizar.
1. Protege la herida
Cada vez que realices un esfuerzo como toser, reír, agacharte o defecar, coloca las manos en la zona baja del abdomen para proteger la herida/cicatriz. Aún así en la medida de la posible evita el esfuerzo abdominal.
2. Cuida la herida
Mientras tengas grapas o puntos sigue las pautas de limpieza que te haya dado la enfermera en el hospital. Una vez se hayan retirado comienza a masajear la cicatriz para evitar posibles adherencias y fibrosis. Para ello necesitas un aceite (rosa mosqueta, almendras, germen de trigo). Realiza los siguientes movimientos sobre la cicatriz de cesárea:
- Círculos sobre y alrededor de la cicatriz.
- Zig-zag en sentidos opuestos
- “Pellizquitos” para despegar la cicatriz.
Recuerda que si tienes fiebre, tu herida no tiene buen aspecto (está abierta, supura, presenta un color oscuro), duele mucho o huele mal debes acudir a tu centro de salud.
3. Controla el estreñimiento.
Con el fin de evitar los pujos abdominales que puedan ocasionar demasiada tensión en la herida/cicatriz. Para ello puedes realizar un empuje en espiración frenada al defecar. También es importante cuidar la alimentación en este proceso para mejorar el aspecto y dureza de las heces y mantenerse hidratado.
4. Tonifica la faja abdominal o transverso del abdomen.
Este músculo aporta estabilidad a las vísceras y a la región lumbopélvica. Pasadas las primeras 24-48 horas puedes activarlo de forma suave, que siempre deben ser respetuosas con tu cicatriz y tu suelo pélvico. Acude a tu fisioterapeuta para que te enseñe a realizar correctamente estos ejercicios.
5. Evita coger pesos.
Para no aumentar de manera excesiva la presión dentro del abdomen. Si son inevitables, hazlo con una contracción previa del músculo transverso.
¿Por qué mi cicatriz está abombada o hundida hacia dentro? ¿Por qué sigo notando tensión en la zona al hacer ejercicio?¿Por qué tengo incontinencia si no fue parto natural? ¿Por qué tengo tanto dolor lumbar?
Acuda a su fisioterapeuta especializado en uroginecología en estos casos. Ellos pueden ayudarte.
Recuerda que tras una cesárea debemos valorar el estado del suelo pélvico con una valoración uroginecológica ya que en ocasiones hay problemas asociados o igualmente se puede haber debilitado el suelo pélvico por la carga del embarazo.
FISAREA. Fisioterapia especializada.
Calle Colombia 18, Madrid.